Es cierto, Insanity es duro.
Probablemente habrá gente acostumbrada a ir de continuo al gimnasio o a hacer
deporte, y por tanto, para ellos esto no sea tan duro como lo puede llegar a
ser para mí, acostumbrada a hacer algo de ejercicio, pero no demasiado, y a
veces no de continuo. Hace tiempo que tenía ganas de un plan de ejercicio en
condiciones, por duro que fuese. Tenía ganas (y sigo teniendo) de machacarme. Y
casualmente, un día di con este programa de ejercicios.
Me lo he tomado como un reto
personal, ya que es lo que realmente es. Ya no se trata de hacer ejercicio
simplemente. Sino de conseguir aguantar los 60 días, y probablemente repetir
experiencia otros 60.
Nos pasa muchas veces que por lo
que sea, ya sean compromisos, horarios, exámenes… o ahora en verano por salir y
hacer cosas, nos decimos, bueno, empiezo la semana que viene que ya no estoy
tan liada y así me organizo mejor. Pero al final lo único que pasa es que lo
vas dejando y terminas por no hacerlo nunca. Y yo ya estaba más que quemada de
esto. Estaba chamuscada por completo. Así que la penúltima semana de julio, que
fue más o menos cuando di con Insanity, conseguí todo el material y me dije, el
1 de Agosto empiezas, pase lo que pase, empiezas. Y así fue. Es cierto que si
hubiese seguido el planteamiento –llamémosle- “antiguo”, lo hubiese dejado para
la semana siguiente, porque esa primera ya tenía dos compromisos a los que no
podía fallar. Pero el reto es el reto, y me recordé “pase lo que pase el 1 de
Agosto empiezas”, y empecé. Es cierto, tuve cosas que hacer, así que no me
quedó más remedio que pegarme madrugones para que me diese tiempo a llevar el
reto a cabo. Y así he ido día tras día.
Como anécdota comentaré que el
sábado, por ejemplo, tenía tales agujetas, que mi abuela era más ágil que yo y
se movía con más desenvoltura. Me costaba ambos riñones levantarme de una silla
y dar cuatro primeros pasos, de las enormes y dolorosas agujetas que tenía. Pero
es lo que conlleva esto y lo acepto de buena gana. El optimismo es la clave. Y
por ello, cuando asumía que debía levantarme me repetía a mí misma, a veces
incluso en voz alta “no hay dolor, no hay dolor” jajaja
Es cierto, Insanity es muy duro.
Pero cada día que pasa me siento mejor, pese a estar en pleno ejercicio y no
poder más, intento sacar el máximo de mí, me digo “vamos, una repetición más”.
Y voy viendo poco a poco el progreso. La resistencia va aumentando con el paso
de los días. Y yo me siento mejor conmigo misma, y poco a poco también me iré
sintiendo mejor con mi cuerpo, y con el cambio que se irá produciendo en él,
que será cuestión de tiempo. Porque tampoco es que sea milagroso. En dos días
no se van a ver resultados, eso todo el mundo lo sabe más que de sobra. Pero
por el momento solo puedo decir que me siento muy bien, y que aunque a veces
resulte insufrible, merece la pena seguir dándolo todo cada día.
Según vaya pasando el tiempo, iré
contándoos la experiencia desde aquí. Aprovecho también, desde este, mí pequeño
espacio, a animaros a emprender algo. Algo que llevéis mucho tiempo queriendo
hacer pero que por unas cosas u otras lo hayáis ido dejando a un lado. Poneros
una fecha y empezad, y no os rindáis bajo ningún concepto. Todo lleva su
tiempo. No os desaniméis si un día no sale todo genial, habrá días mejores, y
el siguiente será una nueva oportunidad para intentar hacerlo mejor.
Como Shaun T dice en los
entrenamientos:
“YOU CAN DO IT!”
Así que, adelante, desde aquí os
mando mi apoyo y os animo. Estoy segura de que lo conseguiréis.
Si queréis dejar comentarios
acerca de algún reto personal que hayáis hecho o que queráis hacer, o cualquier
otra cosa, os recuerdo que bajo esta entrada tenéis vuestro propio sitio para escribir
lo que queráis.
Hoy es el sexto día y mañana toca descanso. (¡¡BIEEEEN!!) :D
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